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Derecho a un juicio justo

Para todo hay una primera vez en la vida y en el ámbito jurídico yo andaba algo coja. Nunca he sentido especial curiosidad por ello y esta semana Christian León, un amigo cercano y asesor legal, me presentó la posibilidad de acudir a un juicio en mi ciudad que se celebraba con audiencia pública. Tras dudas y vaivenes acepté acompañarle a la primera sesión.


Audiencia provincial de Zaragoza fuente:abogadodesahuciozaragoza.com


Un padre mata a su hija de cuatro años de un corte en el cuello en Zaragoza


Son las 10 de la mañana del día 15 de noviembre de 2021, en la Audiencia Provincial de Zaragoza. La puerta de la sala 3 se abre en varias ocasiones por los funcionarios. Se está preparando la elección del jurado popular para comenzar la vista, pero dicha elección se retrasa por fallos técnicos. UNA HORA Y MEDIA de fallos técnicos que imposibilitan grabar la sesión. 11:30 de la mañana, se configura el Jurado Popular y junto al acusado se encuentran la Acusación particular, Defensa, Ministerio Fiscal, el Magistrado Juez y la Letrada de la Administración de Justicia.


Comienza la sesión con las palabras del fiscal que explica al jurado popular el procedimiento y los cargos de los presentes en la sala, así como sus respectivas funciones. Además, matiza que finalmente para el acusado se pide prisión permanente revisable. A continuación, la fiscalía da paso a la acusación particular, que no añade nada a la acusación y se adhiere a las pretensiones del Ministerio Fiscal. La Defensa, a cargo de la letrada Carmen Sánchez Herrero, toma a continuación la palabra y apoya su defensa en una esquizofrenia del acusado y una confesión de los hechos por su parte.  


Es el turno del acusado el cual no porta mascarilla ni habla castellano por lo que a su derecha se encuentra sentado un intérprete. El magistrado-presidente del jurado, José Ruiz Ramo se dirige hacia el intérprete mientras que en su caso también, la mascarilla va dejando progresivamente ver su rostro al completo.


Comienza la declaración del acusado respondiendo a la pregunta: “¿Quiere usted declarar o prefiere mantener silencio?” Tras la traducción el acusado responde: “Keep silence”. De fondo se escucha a su abogada corregir y matizar que quiere declarar. El acusado rectifica: “Speak”. Tras este suceso que llama la atención de todos los presentes, comienza una declaración digna de una comedia televisiva más que de un juicio al uso. El intérprete, que me hace valorar mucho más mi nivel de inglés y que traduce de manera textual, es respondido por el acusado que únicamente repite lo que le indica su abogada.



El padre que degolló a su hija de 3 años en Zaragoza confiesa el crimen y la Fiscalía pide prisión permanente, así titulaba Heraldo de Aragón la noticia. Nada más lejos de la realidad, ya que si los allí presentes hubieran querido el imputado hubiera confesado cualquier delito que se le hubiera puesto por delante. Tal y como se estaban desencadenando los hechos, este no era consciente de nada de lo que estaba afirmando, únicamente repitiendo los múltiples “yes” que le indicaba su abogada. ¿Cumple esto realmente el artículo 24 de la constitución española que tanto reivindicó la abogada al principio de la vista?


Tras las respuestas a la fiscalía se levantó la sesión, y si el lector, tal y como yo, es un ciudadano de a pie, alejado del mundo jurídico, que solo conoce la expresión “la justicia va lenta” pues si, la espera fue larga. Por el contrario, la sesión que acabo de relatar duró escasos 10 minutos que finalizó con la Letrada de la Administración de Justicia dirigiéndose al jurado popular que llegaba a casa a comer “incluso a muchAS de vosotrAS os da tiempo a hacer la comida”, matizó.

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