Mercedes Gallur

No tengo el amor para farolillos es un blog en el que hablo del amor y, ¿qué habla más de amor que la poesía? Por eso, en la entrada de hoy os traigo una entrevista con mi amigo Asier, al que algunos conocemos como Sobera.  Acaba de publicar su primer poemario: Lágrimas de Medianoche (que podéis comprar en este enlace) y hoy ha venido a hablar de su libro . Así que, sin más introducciones, os dejo con la entrevista.

Hace unos días, durante una conversación me dijeron que a mí me gustaba mucho el amor, parto de la base que esa persona tendrá sus argumentos para opinar esto, pero también sé que en parte este blog tiene algo que ver en ese comentario. No debo ninguna explicación a nadie ni mucho menos, pero esa frase me hizo reflexionar, y mucho.  No, no “me gusta mucho el amor” me gusta lo que a todos, me gusta sentir cosas que me hacen feliz y obviamente, el amor, en todas sus variables y siempre que sea sano, hace feliz.  Soy de esas personas que cuando está mal se pone música triste para hundirse más, que cuando está feliz necesita estrujar a alguien y que cuando se enfada grita. Ni más ni menos que el resto, pero ¿Cuál es el problema?  (Fuente:Flavitabanana) Que vivimos en el siglo que “en busca de la felicidad” se ha convertido “en busca del wifi”. Donde en Instagram nos comemos el mundo, pero ojo cuando entramos a Twitter. Nos creamos una fachada y no somos nosotros, nos cohibimos

“De chica me decían esta es la forma correcta, de andar y de dirigirme a quien tuve delante. De grande me costó a tropiezos poder darme cuenta, que había que volver a ser niña y desenseñarme”. Con estos versos de una canción de Kany García, empiezo el post de hoy. Roles de género (Fuente: libretequiero) Hoy, como en una de las primeras entradas , voy a hablar de los roles que tenemos adquiridos desde pequeños por la sociedad y la necesidad de desaprender para mejorar, tanto como personas como en nuestras relaciones personales. En este caso, no me voy a centrar tanto en lo que aprendemos de cosas en particular, como cuando hablé de las películas románticas, si no en los roles de género que vamos adquiriendo desde pequeños, de los que nos vamos apropiando y que nos llevan a relaciones tóxicas y desigualitarias. Obviamente tenemos a nuestras espaldas décadas de cultura machista en las que a las mujeres se nos ha oprimido y se nos ha impuesto una forma de ser, y que además e

Hoy, como con Scott y Milá , vengo a comentar otro programa televisivo. Ayer cuatro se despidió de lo que hasta el momento es la única temporada del programa Mónica y el sexo, y en mi opinión ha sido un programa muy completo y digno de ver, es por eso que hoy en el post voy a hablar un poquito de toda la temporada (OJO, CONTIENE SPOILERS). (Fuente: Mitele) Mónica y el Sexo como ya he dicho es emitido por cuatro y cuyos directores y guionistas han sido Ana Joven y Miguel Bosch , los cuales participan también  en los propios  capítulos. En un principio, el formato consistiría en un programa que retratara la sexualidad en diferentes parejas. Pero por casualidades de la vida, tanto los directores como la propia Mónica, se han separado y esto ha llevado a que el programa diera un giro de 360 grados y se convirtiera en un viaje al rededor de distintos países y distintas prácticas con los que hablar de la sexualidad y también explorar la propia de los protagonistas. D

Familia en los 60 (Fuente: El País) Años sesenta, España, blanco y negro. Franquismo, represión, cohibición, miedo… Año dos mil diecinueve, España, color, tonalidad morada. Lucha por la libertad, mujeres levantándose, desigualdad, consumismo, vértigo… Unos son abuelos, y otros son los nietos. Han pasado casi sesenta años entre un escenario y otro y la sociedad ha cambiado. Y nos ha hecho cambiar, vida en marcha, avanzamos… Años sesenta, país reprimido y cohibido por una sociedad en la que la “normalidad” es lo bueno, trabajando para llevar dinero a casa y poder comprar lo mínimo para sobrevivir. Aplicación Tinder (Fuente:Ultima hora) Año dos mil diecinueve, búsqueda de la libertad, consumismo, vivimos para trabajar, necesidad establecida de tener lo mejor, catálogos de nueva tecnología, sociedad que la consume. Años sesenta, formar una familia “normal”, tener hijos que sigan llevando dinero a casa, mantener una familia para contribuir a la sociedad.

Es 14 de agosto de 1945, acaba de finalizar la segunda Guerra Mundial y en la ultra conocida Times Square se encuentra el fotógrafo Alfred Eisanstaedt. Estas casualidades nos dieron lugar a una de las instantáneas más famosas de la historia de la fotografía, la del beso entre una enfermera y un marinero. Icónica foto del beso (Fuente:NY Times) Alfred Eisanstaedt (Fuente:ICOP) La imagen fue uno de los besos más icónicos de la historia y fue la portada de la revista Life . Esta imagen ha sido icónica durante años, tanto por reflejar la alegría y la festividad del fin de la guerra como también una imagen de amor, pero, esto último no es del todo así. Al menos 10 hombres afirmaban ser el marinero de la fotografía, y lo mismo pasó con la enfermera, pero al final se confirmó que la imagen en cuestión, retrataba al marinero Glenn McDuffie , y, por otra parte, a Greta Friedman, que sería la enfermera protagonista de la foto. Ambos personajes ya han fallecido y aunque